Hola Lector,

Hola Lector,
quizá ya me conozcas, y quizá no. Quizá soy una chica del pasado que ya conociste, y quizá no. Puede que sea esa chica que se hacía llamar de otra manera, pero puede que no. Tal vez te sentiste identificado con las líneas que escribía, tal vez no. Quizá hice que los pelillos de tu cuerpo se erizaran al leer las palabras que escribía, y quizá no. Puede que te hiciese llorar, reír o quizá vomitar, o puede que no. También es probable que escribieses lo que pensaras sobre lo que intenté transmitir, y es probable que no. También podría ser la chica que cerró su queridísimo blog, pero a lo mejor no.

Puede que sea la primera vez que me leas, o puede que no.

lunes, 13 de febrero de 2012

Es increíble como todo puede cambiar de un día para otro, en un instante, como se esfuma el amor de repente como si de humo se tratase, como pueden cambiar los sentimientos hacia alguien en cuestión de días. Como la distancia puede cambiar todo. Aunque no siempre siempre es así.

Como nos reducimos a recuerdos en fotografías.

Pensé que algo de tiempo podría alejarme de ti. Pensé que después todo iría volviendo a la normalidad poco a poco. En parte ha sido así, ¿no? Volvemos a ser los mismos desconocidos del principio. Yo la misma chica soñadora que intentaba hacer lo posible por salir de esta isla, la chica que se balanceaba en su silla de madera mientras sonaba la música, y tú... bueno, tú siempre fuiste tú. 


Mi kriptonita.




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